Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala)
Cat: Tallarol capnegre
Eusk: Txinbo burubeltz
Gal: Papuxa cabecinegra
Ing: Sardinian Warbler
Fr: Fauvette mélanocéphale
It: Occhiocotto
Por: Toutinegra-de-cabeça-preta
Al: Samtkopfgrasmücke
Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) - Imagen de José Miguel Grande |
Taxonomía: La Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) pertenece al orden de las Passeriformes, del género Sylvia y de la familia Sylviidae.
Se trata de una de las especies residentes más frecuentes de su género en España. Su nombre común en la mayoría de lenguas describe su principal característica distintiva: su cabeza es de color negro (en los machos).
Identificación: Su longitud oscila entre los 12 a 14 cm, su peso entre los 10 y los 14 gramos.
El pico de esta curruca es negro con la base de la mandíbula inferior más clara. Los tarsos y los pies son de color marrón. El iris de los ojos es castaño o pardo y está enmarcado por un anillo orbital de color rojizo o rosa salmón en los adultos, y de un tono más pardo rosado en los jóvenes.
Los machos presentan la cabeza negra desde el pico y por debajo de los ojos que va en contraste con el color blanco de la garganta y parte inferior de los carrillos. El lomo es gris tirando a oscuro, de tal forma que la espalda y dorso de las alas pueden describirse con un tono gris pizarra o ceniza oscuro, con un ligerísimo tinte parduzco que podremos comprobar únicamente si sujetamos a esta curruca entre nuestras manos ya que es inapreciable cuando está posado o en vuelo. El pecho y el vientre son de color blanco. Los lados del pecho y los flancos son grises. La cola es muy oscura, prácticamente negra, con rayado gris y destacando mucho el blanco de la pareja exterior de rectrices. Las plumas primarias y secundarias de las alas son pardo negruzcas.
Las hembras ostentan un plumaje mucho más apagado o descolorido con respecto del macho. Prácticamente la cabeza posee el mismo color pardo grisáceo que el resto de las partes superiores sin llegar a producir la impresión de encapuchado que presenta el macho. La garganta y el vientre son blancos. Las rectrices exteriores de la cola son más grisáceas pero claritas, casi blancas.
Los ejemplares inmaduros o jóvenes, tienen el plumaje más apagado que los adultos, pero los machos se pueden diferenciar por tener la cabeza más oscura, más gris, incluso que la propia hembra adulta y por tanto también que las hembras jóvenes que presentan el píleo parduzco sin diferenciarse del color del resto de las partes superiores.
Variaciones geográficas: En la Península encontramos únicamente la subespecie nominal: Sylvia melanocephala melanocephala, mientras que en las islas Canarias la subespecie que se puede encontrar es Sylvia melanocephala leucogastra. El total de subespecies a nivel mundial es:
- Sylvia melanocephala carmichaellowi
- Sylvia melanocephala leucogastra
- Sylvia melanocephala melanocephala
- Sylvia melanocephala momus
- Sylvia melanocephala norrisae
- Sylvia melanocephala pasiphae
Macho de curruca cabecinegra - Imagen de José Miguel Grande |
Hembra de curruca cabecinegra - Imagen de José Miguel Grande |
Obsérvese el anillo orbital rojo - Imagen de José Miguel Grande |
Especies similares: Podría parecerse a la curruca sarda (Sylvia sarda), pero en esta especie la coloración del cuerpo y, sobretodo, de la cabeza son más claras. La curruca mirlona (Sylvia hortensis) no posee el anillo orbital rojo, y en comparación con la curruca capirotada (Sylvia atricapilla) las diferenciaremos sin problemas porque en este caso (en los machos) la mancha negra de la cabeza es muchísimo menor, y tampoco tiene anillo orbital.
Voz: Voz áspera fuerte, dura, aunque agradable que a menudo sostiene en forma de cháchara enojada o interrumpe emitiendo una musical y variable melodía. Cuando la curruca se alarma, emite un acelerado y amenazante tono bajo y ronco chirriante en forma de tret-tret-tret.... También es habitual escucharles otros sonidos, probablemente de enfado.
Hábitat: Suele habitar en matorrales mediterráneos espesos, con frecuencia presente en espinos, alcornocales, palmitos, lugares pedregosos, pinares, pero siempre con sotobosque. También ocupa jardines y parques y arboledas o grupos de árboles cercanos a viviendas, ya sean decorativos o cultivados. Es
común en zonas de zarzales y malezas, huertos, riberas de cursos fluviales, frutales de secano, e incluso zonas del área suburbana. No es tan frecuente observar esta especie por encima de los 1.000 metros de altitud.
Macho de curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) - Imagen de Ricardo Rodríguez |
Sylvia melanocephala - Imagen de José Miguel Grande |
Curruca cabecinegra - Imagen de José Miguel Grande |
Distribución: Podríamos describirla como un ave sedentaria, pero en ocasiones realiza migraciones postnupciales o de cría.
Mundialmente a esta curruca se le podría considerar una especie de distribución costera mediterránea , norte de África, Canarias y todas las penínsulas así como las grandes islas del Mediterráneo.
En España es muy frecuente en la costa mediterránea, en gran parte de Extremadura y Comunidad de Madrid y en varias zonas de casi todas las comunidades restantes.
Comportamiento: Su longevidad puede alcanzar los 5 años.
Se mueven entre arbustos y malezas a baja altura donde gustan vivir y husmear, pero también pueden observarse en árboles. Pocas veces se la puede ver volar grandes distancias y más a menudo pasa el tiempo desplazándose entre las ramas bajas de matojos y arbustos, incesante en su atareada vida. Cría en arbustos altos, en terrenos arbolados abiertos con densas espesuras, aunque locamente también lo hace en vegetación que apenas llega a la cintura. Anida en arbustos, generalmente a bastante poca altura.
El nido es en forma de pequeña taza. El color del huevo es muy variable, de tal forma que podemos encontrarnos huevos de un tono rosado, o bien de color blanco ligeramente teñidos de verdoso, o también parduscos, etc. Todos tienen pecas y manchas de coloración en distintos tonos, pardo rojiza, olivácea, gris, beige, amarillenta, violácea, etc. Las dimensiones de estos huevos se aproximan a una media de 17,8 x 13,6 mm. Por lo general cada puesta consiste en unos 3 ó 4 huevos.
Se alimenta fundamentalmente de insectos, sintiendo predilección por las larvas, aunque también ingiere arañas, entre otros. Pero además, además también se puede afirmar que digiere frutas que pueda encontrarse en su camino.
Amenazas: Se trata de una especie muy adaptable a los entornos humanizados, lo que ha permitido que sus poblaciones sean estables y elevadas.
Macho de curruca cabecinegra - Imagen de José Miguel Grande |
Hembra de curruca cabecinegra - Imagen de José Miguel Grande |
Curruca buscando alimento - Imagen de Enric Pàmies |
Artículo realizado por: José Miguel Grande & Enric Pàmies
Bibliografía:
- BARTHEL, Peter H. / Dougalis, Paschalis (2008) - Aves de Europa. Lynx Edicions, Barcelona.
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